miércoles, 24 de agosto de 2011

Llamando a la puerta del vecino

El palacio de Khadaffi se comió 170 misiles Tomahawk que cuestan un palo verde cada uno.
Sin contar el valor de los aviones y el combustible puesto en juego por el Gran Garrote - lo de OTAN es una burla- esto demuestra que voltear a un gobierno es un negocio capital-intensivo y no dependiente de la mano de obra directa, como parece mostrar la televisión filmando rebeldes - la palabra revolucionarios ya no se usa porque quedó pegada al sucio trapo rojo duhaldista- que portan vetustos AK 47, M16, algún FAL belga , morteros de la época de Indochina y venerables M 60.
Además , un grupo de banqueros congela los fondos del estado libio sin que nadie les haya preguntado que poder legal tienen para hacer esto.
La enseñanza que nos deja la cuestión libia es que los fondos de UNASUR deben estar bien lejos de los EEUU y sus compinches y que, además de que los gobiernos deben sostenerse con los votos, cosa que obviamente no hizo Khadaffi, los planes de defensa de UNASUR deben existir. Así cuando dentro de unos veinte años vengan por el resto del petóleo, la bauxita y el agua, nos encuentran preparados.
Un poco de análisis FODA, digo.

1 comentario:

  1. Mmm, no veo mucha "autonomía" de la Unasur...

    http://latroskarosario.wordpress.com/2011/08/23/libia-nueva-etapa-con-final-abierto/

    DP

    ResponderBorrar