martes, 5 de mayo de 2009

A modo de justificación.

Esta mañana, mientras escuchaba a Larrea en su programa, pensaba en la nota que le hizo hoy Página 12. Pensaba en cómo acompaña la vida de un vendedor entre visita y visita y en cómo me conecté con ese programa siguiendo a Wainfeld, periodista que me resultó siempre amable en la radio y muy interesante con sus columnas en el diario.
Descubrí un fino " escuchador" , me interesó su propuesta de jazz y música popular, amén del tango nuestro de cada día. Como un novel estudiante de Comunicación , redescubrí su tremendo oficio radial,para decir y manejear el tiempo y el interés.

Después, escuchaba éste tema, extraño, raro , "Gloomy Planets" por The Notwist que conocí en el blog de emeygriega y mientras recordaba una frase de Larrea y mi propio post sobre Benedetti, me di cuenta que la música , la poesía y la física cuántica nos permiten capturar instantes y hacerlos eternos.
Volviendo a la fábrica, un piquete de obreros despedidos en la Pilkington en Ader y Velez Sarsfield en Munro me bajó a la realidad. Y uno vuelve a pensar en lo difícil que es acercarse a la poesía , a la música y a la física cuántica cuando tu necesidad te obliga a salir a la calle para hacer visible tu falta de trabajo. Cuando toda la energía está puesta en estrategias de supervivencia se hace lejana la posibilidad de capturar instantes y hacerlos eternos.
Vale la pena seguir insistiendo en proponer otro modelo de sociedad.

1 comentario:

  1. Tenés mucha razón, pero... sabés? siempre creí que la música (que es poesía, que es física cuántica) acompaña aa todos los hombres siempre, con su cumbia de hoy o con el tango en los conventillos de ayer.

    Pero qué lindo sería que esos instantes captados pudieran ser disfrutados como nosotros, sin la panza haciendo ruido, y sin lauchas y goteras en la cabeza, es cierto...

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